La Punta Suelza y el Pico de Baitellance en el pirineo aragonés nos hicieron disfrutar en el mes de marzo del esquí de montaña. En el mes de abril hemos decidido ascender con esquís a la Punta Alta y el Montardo, esta vez en el pirineo catalán.
Salida rápida, de fin de semana y tiempo estupendo.
Para alcanzar la Punta Alta desde el coche y con la nieve tan blanda hemos tenido que emplearnos a fondo. Como regalo, durante todo el recorrido hemos estado solos, abriendo huella. La cumbre es esbelta, de una elegancia inusual y con una panorámica magnífica.
Por la noche dormimos en el Ventosa. Es un refugio en un enclave grandioso. La parte invernal está muy limpia y provista de mantas.
Al día siguiente, el Montardo. El recorrido por los lagos e ibones y la cumbre a la que se llega con los esquís en los pies (con vueltas maría un tanto apuradas) le otorgan un atractivo especial. Después de un descenso inolvidable y de 7 horas de coche, dormimos plácidamente después de un fin de semana pleno de montaña. Hasta el próximo, en mayo, si la nieve lo permite.
Salida rápida, de fin de semana y tiempo estupendo.
Para alcanzar la Punta Alta desde el coche y con la nieve tan blanda hemos tenido que emplearnos a fondo. Como regalo, durante todo el recorrido hemos estado solos, abriendo huella. La cumbre es esbelta, de una elegancia inusual y con una panorámica magnífica.
Por la noche dormimos en el Ventosa. Es un refugio en un enclave grandioso. La parte invernal está muy limpia y provista de mantas.
Al día siguiente, el Montardo. El recorrido por los lagos e ibones y la cumbre a la que se llega con los esquís en los pies (con vueltas maría un tanto apuradas) le otorgan un atractivo especial. Después de un descenso inolvidable y de 7 horas de coche, dormimos plácidamente después de un fin de semana pleno de montaña. Hasta el próximo, en mayo, si la nieve lo permite.
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