El comienzo es muy duro, y más estando algo fríos.
El L1, en la foto superior es un largo de placa muy técnico y con algún paso obligado. Marcan 6b. A mí me parece más duro. El L2 es V+ y A1. Es común con la Gómez-Cano.
El L3 es un desplome descomunal, atlético, pero con canto. Después se convierte en un muro vertical muy bonito y bastante protegido. También parece más duro que un 6b.
En la foto de arriba el muro vertical del L3. El L4 es para disfrutar salvo un tramo entre dos parabolts demasiado alejados y que no permite autoprotección.
Miguel, pensando como atacar el inicio del 6c del 5º largo. Es un paso bastante atlético, pero no es mantenido.
En la R5 con el ambiente típico peñoñero.
Reflejos en la R6. La comitiva de recepción de las gaviotas todavía está tranquila. Incluso nos ha permitido alcanzar la cumbre sin sus ataques que pronto comenzarán.
Miguel Ángel, en el centro, el artífice de la escalada.
El comienzo es muy duro, y más estando algo fríos.
El L1, en la foto superior es un largo de placa muy técnico y con algún paso obligado. Marcan 6b. A mí me parece más duro. El L2 es V+ y A1. Es común con la Gómez-Cano.
El L3 es un desplome descomunal, atlético, pero con canto. Después se convierte en un muro vertical muy bonito y bastante protegido. También parece más duro que un 6b.
En la foto de arriba el muro vertical del L3. El L4 es para disfrutar salvo un tramo entre dos parabolts demasiado alejados y que no permite autoprotección.
Miguel, pensando como atacar el inicio del 6c del 5º largo. Es un paso bastante atlético, pero no es mantenido.
En la R5 con el ambiente típico peñoñero.
Reflejos en la R6. La comitiva de recepción de las gaviotas todavía está tranquila. Incluso nos ha permitido alcanzar la cumbre sin sus ataques que pronto comenzarán.
Miguel Ángel, en el centro, el artífice de la escalada.
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