Otro de los cañones de este último viaje que nos dejó sorprendidos fue el de Irués.

El chorro que brota de la cueva que se ve en el centro de la pared no salía, lo cual nos indicaba que el caudal no sería peligroso.

Un barranco con tres zonas estéticas de estrechamientos

Toboganes, irresistibles para Miguel

Saltos

Las cascadas de Fornos que nacen en la ladera dan un toque muy especial al barranco. Además hace que el agua esté muy fría a pesar de los neoprenos.


Son tres cascadas. A partir de aquí el caudal es mucho más fuerte, y en algún tobogán impresionaba la fuerza. Miguel, no tuvo problemas en probar el efecto de "lavadora industrial"

Otros saltos.
Como siempre, otro 5* de la zona de Aínsa.
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